viernes, noviembre 02, 2007

El triunfo de Cristina



Con el 45 % de los sufragios positivos, la candidata oficialista Cristina Fernandez de Kirchner se impuso en las elecciones presidenciales del pasado 28 de Octubre con más de 22 puntos de ventaja sobre la candidata de la Coalición Civiva Elisa Carrió. Muy atrás quedaron los candidatos Roberto Lavagna (en alianza con la UCR) 16,88%; de la derecha menemista como los gobernadores de San Luis, Alberto Rodriguez Saa (7,71%) , y de Neuquen Jorge Sobish (1.56%); y el candidato de Mauricio Macri, jefe de gobierno porteño electo, Ricardo Lopez Murphi (1,45%). La eleccion de la izquierda merece un capitulo aparte. Para dar una idea, la mejor votación fue la del cineasta Fernando Solanas que logró 292.000 sufragios (1,60%). Todos los demas no llegan al 1%. Una calamidad total.

¿Porqué ganó Cristina? Sencillamente porque haciendo una restopectiva 2003-2007 la situación general ha mejorado. Bajó la desocupación, hay un nivel de consumo importante, el campo produce como nunca lo había hecho en su historia, la industria crece desde hace 50 meses, los casos de corrupción existen pero el sentimiento generalizado es que corrupción siempre hubo y siempre va a haber. Por otra parte, no son ni la decima parte de los que habia en la decada menemista.

Ante este panorama: porqué cambiar de gobierno? Esa es la pregunta que no ha sabido contestar ni transmitir ningun candidato opositor. Tanto los de derecha que sostienen que hay que acercarse a Estados Unidos y despegarse de Venezuela; que hay que bajar los subsidios y aumentar las tarifas; que hay que dejar de mirar el pasado, cerrar heridas y dejar de llevar al banquillos de los acusados a militares y curas genocidas; que hay que pagarle al Club de Paris y negociar nuevamente con el FMI para que lluevan las inversiones.

Como los de izquierda que sostienen que la pobreza estructural llegó para quedarse; que los salarios suben por la escalera y los precios por ascensor; que denunciar a Iran en la ONU es hacerle el juego al Imperio para que tenga otra buena excusa para una nueva guerra; que cada pequeño conflicto sindical o social es una lucha de envergadura y que las masas se aprestan en cualquier momento a tomar el palacio de invierno.

Pero ni unos ni otros apuestan a formar estructuras poderosas, ni a debatir ideas y menos a darle participación a la gente. Todos ellos designaron sus candidatos en reuniones donde votaron un puñado de dirigentes. Y en este juego, lleva las de ganar el unico partido político que hace 6 decadas sabe detentar el poder.

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