martes, septiembre 30, 2008




Por Eduardo Tamayo G.


El triunfo del “SI” ha sido contundente en todo el Ecuador. La votación por la nueva Constitución Política, elaborada por la Asamblea Nacional Constituyente, obtiene un 63.97% con el 94,19% de los votos escrutados, mientras el “NO” se sitúa en el 28,11%, el voto nulo llega al 7.2 % y el voto en blanco al 0,72%, según informes del Tribunal Supremo Electoral. (1)

Los resultados del referéndum del pasado domingo reflejan la gran expectativa de cambio que tiene la mayoría de ecuatorianos que se ha expresado en los cuatro últimos procesos electorales. Esta aspiración de cambio también se extiende a los emigrantes que residen en Estados Unidos y Europa, que han sido golpeados por la crisis que sacude a los países centrales. “Queremos que el Ecuador cambie para poder regresar a nuestro país”, es el mensaje que enviaron los emigrantes que suman más de tres millones.

La gente votó por una democracia más participativa, quiere intervenir activa y permanentemente en la vida política, lo cual marca una diferencia cualitativa importante respecto a la democracia representativa que se instauró en 1979 y en la cual el pueblo solo concurría a las urnas para elegir a quien lo iba a explotar el próximo período.

Este lunes 29 de septiembre, el presidente Rafael Correa, en una conferencia con la prensa extranjera, señaló: “tenemos un inmenso trabajo después que se aprobó la nueva Constitución porque necesitamos en el corto plazo, tres-seis meses, preparar y tomar una serie de mecanismos para la nueva Constitución de la República, y a más de eso, tenemos otras leyes represadas a tramitarse (...) que lamentablemente no se pudieron aprobar con la Asamblea y si la mandábamos al anterior Congreso, allá las destrozaban, como la Ley de Seguridad Financiera”.
Respeto a la política interna expresó: “estamos trabajando muy duro para reconstruir todo el aparato productivo ecuatoriano, no nos engañemos, sin una base productiva sólida tampoco se puede sostener la política social, estamos tratando de reconstruir esa base productiva, en la agricultura, la industria, construir infraestructura, etc., acompañado siempre de una política social. No puede haber una política económica sin una política social como tampoco puede haber una política social sostenible sin una base política económica”.

Correa reiteró sus críticas a quienes se oponen a su política de impulsar la minería, agregando que “lamentablemente hay sectores que tienen una posición bastante infantil pero nosotros consideramos que en el tema ambiental no ha habido gobierno más verde en el Ecuador que el gobierno de la revolución ciudadana”.


Los perdedores

Los derrotados, según el sociólogo Mario Unda, son la derecha que ha quedado reducida a la ciudad de Guayaquil, los grandes medios de información que hicieron una abierta campaña por el “NO” y el voto nulo, y la jerarquía de la Iglesia Católica que encabezó la oposición desde los púlpitos agitando mentiras como aquellas de que la nueva Constitución es abortista y promueve el matrimonio homosexual. Las instrucciones de los jerarcas de la Iglesia no fueron acatadas por un pueblo mayoritariamente católico que ya no “come cuentos”. Las prédicas liberadoras del fallecido Monseñor Leónidas Proaño, el “Obispo de los Indios”, volvieron a inspirar a muchos creyentes que dieron el “SI” a la nueva Constitución.
La derecha, según Unda, ahora se atrincherará en Guayaquil donde tratará de recomponerse con el alcalde socialcristiano Jaime Nebot a la cabeza. Con el discurso de la autonomía como pretexto intentará sobre todo de desestabilizar este proceso de cambio.


Superar el neoliberalismo

Para el historiador Juan Paz y Miño, los resultados del referéndum tiene un clara tendencia anti-neoliberal pues el pueblo votó por una Constitución que proclama un modelo social y solidario en el que Estado interviene en la economía y el ser humano es el sujeto y fin, y no el mercado. De esta forma se deja atrás, el modelo de "economía social de mercado" establecido en la Constitución vigente desde 1998.

La nueva Constitución, asimismo, tiene un capítulo sobre el sistema económico que está integrado por las formas de organización pública, privada, mixta, popular y solidario, priorizando e incentivando la producción nacional. En el régimen de desarrollo se reconoce en sí como el "conjunto de los sistemas económicos, políticos, socio-culturales y ambientales que garantizan la realización del buen vivir, del sumak kausay". Es decir, no prioriza el crecimiento económico como el fin para alcanzar el desarrollo, sino que considera una visión integral. Plantea, entre otros puntos, "construir un sistema económico justo, democrático, productivo, solidario y sostenible basado en la distribución igualitaria de los beneficios del desarrollo, de los medios de producción y en la generación de trabajo digno y estable." (Art. 276)

La nueva Constitución recupera el rol del Estado en la planificación participativa del desarrollo y en áreas como salud, educación, vivienda, provisión de agua, entre otros. Algunos de estos habían quedado a iniciativa del sector privado, durante los años de implementación del neoliberalismo. Ahora el Estado mantendrá el control del sector financiero y monetario, y desarrollará políticas para evitar la concentración o acaparamiento de los factores de producción. Se plantea también el desarrollo de políticas específicas para erradicar la desigualdad y discriminación hacia las mujeres, incluyendo las productoras.

Con la nueva Constitución crea sectores estratégicos en los que se reserva el derecho de "administrar, regular, controlar y gestionar" estos sectores, por su decisiva influencia económica, social, política o ambiental.

Estos son la energía en todas sus formas, las telecomunicaciones, los recursos naturales no renovables, el transporte y refinación de hidrocarburos, la biodiversidad y el patrimonio genético, el espectro radioeléctrico y el agua.

Si bien esto es fundamental, también existe preocupación pues queda una puerta abierta para una posible explotación en áreas protegidas, si así lo determina la Asamblea Nacional. El movimiento indígena planteó que se apruebe el "consentimiento previo libre e informado", como señala la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos, pero la Asamblea Constituyente aprobó la tesis de la "consulta previa e informada", que ahora consta en la Constitución.
Pese a esta limitación, Humberto Cholango, dirigente indígena de ECUARUNARI, la mayor organización de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, celebró la aprobación en la Constitución de la tesis del Estado plurinacional, que “es de justicia histórica, porque desde el primer levantamiento indígena, hace 18 años, los pueblos indígenas platearon que el Ecuador debe ser declarado Estado plurinacional, obviamente no es un triunfo completo, pero esto lo dedicamos a los compañeros caídos que han derramado su sangre”, agregó Cholango.


Nueva etapa

Para Fernando López, decano de la Facultad de Comunicación Social FACSO, los resultados ha revelado un enorme vacío de dirección política de la derecha y han hecho explotar la vieja institucionalidad representada por los partidos de derecha, la jerarquía de la Iglesia, las cámaras de la producción, los grandes medios.
La nueva Constitución, según Pay y Miño, permitirá la reinstitucionalización del país permitiendo recuperar la estabilidad política (en los últimos 12 años, el Ecuador ha tenido 8 gobiernos) y jurídica.

Con este referéndum ha terminado una etapa que se inició con la segunda vuelta electoral del 2006 en la que el presidente Rafael Correa ganó ampliamente al magnate bananero Avaro Noboa. Las viejas elites que han monopolizado la economía y la política y han manejado en poder han sido derrotadas en las urnas. Ahora se abre un nuevo periodo en el que se reacomodan las fuerzas y en el que los diferentes actores deberán definir nuevas políticas y estrategias.

Con la nueva Constitución, se abre un periodo de transición institucional en el que se declara concluidos los periodos de los diputados elegidos el 15 de octubre del 2006. La Asamblea Constituyente, que elaboró la Constitución, se prorroga provisionalmente en sus funciones debiendo reunirse cinco días después de proclamados los resultados del referéndum aprobatorio para conformar una comisión legislativa y fiscalizadora que cumplirá las funciones de la Asamblea Nacional (Poder legislativo).

Entre las funciones de esta Comisión está la de elaborar varias leyes y nombrar a un Consejo Electoral Nacional Electoral y un Tribunal Contencioso Electoral, que convocarán, después de treinta días de posesionados, a nuevas elecciones para designar Presidente y Vicepresidente de la República, integrantes de la Asamblea Nacional, prefectos y viceprefectos provinciales, alcaldes municipales, entre otros. Se prevé que en enero o febrero del próximo año, se llevarán a cabo estas elecciones generales. Seguramente el Presidente Rafael Correa se postulará en estas elecciones para un segundo período presidencial que culminaría, si triunfa, el 24 de mayo del 2013.

Este será un momento de intensas luchas en la que se va a definir el carácter del gobierno: este tiene la opción de radicalizar sus posiciones como lo demanda la mayoría de ecuatorianos, descartando las presiones de la derecha que cada vez que es derrotada pide al ganador que sea democrático y dialogue para imponer sus intereses.

Nota

(1) El triunfo incluso se extiende a la provincia del Guayas, la más poblada del país y se encuentra la más fuerte oposición, en la que se ha contabilizado el 94.34 de los votos: el “SI” obtiene el 50,84%, el “NO” el 41, 39%, los nulos el 7,08% y en blanco el 0.69%. Solamente en la ciudad de Guayaquil, el “NO”; cuando se ha escrutado el 91,86 % , obtiene 46,97 por ciento y el “SI” un 45,68 por ciento , en tanto que los votos nulos ascienden a 6,84 por ciento y el blanco al 0,51 por ciento.


(*) tomado de http://alainet.org/active/26613

miércoles, septiembre 24, 2008

FESTIVAL SOLIDARIO CON EL PUEBLO CUBANO


POR LOS DAÑOS OCASIONADOS POR LOS HURACANES

Sábado 27/9, 19 hs. - Casa de la Amistad Argentino Cubana de Buenos Aires

Proyecciones - Sorteos - tragos cubanos - buffette económico

Artistas invitados:

Axel Milanes (trovador cubano), Los Sábalos (son cubano), Gabriel Sequeira (trovador) y otros trovadores a confirmar.


Entrada a voluntad, EN TOTAL BENEFICIO DE LOS DAMNIFICADOS

DONACIONES: CUENTA DE LA EMBAJADA DE CUBA EN ARGENTINA
Se pueden realizar a través de la Cuenta CBU 01100068- 20000073743189 Del Banco de la Nación Argentina en cualquiera de sus sucursales.
Puede efectuarse en pesos argentinos.
Los depósitos que se realicen deben ser informados a la Embajada especificando quien lo realiza.

Casa de la Amistad Argentino Cubana de Buenos Aires
Alsina 1744, Ciudad de Buenos Aires entre Solís y Entre Ríos

domingo, septiembre 21, 2008

América Latina: treinta y cinco años después de la muerte de Allende



Charlotte Bozonnet (*)

Este 11 de septiembre hace 35 años que Salvador Allende se daba muerte en el Palacio de la Moneda de Santiago de Chile. El golpe de Estado del general Pinochet, apoyado por Estados Unidos, ponía punto final a la experiencia de la Unidad Popular en Chile, mientras las dictaduras se instalaban por toda la región. Ahora que el continente suramericano vive profundas transformaciones, Franck Gaudichaud* explica la continuidad entre la América Latina de los años 70 y la actual.


¿De qué manera sigue presente en la actualidad la experiencia de la Unidad Popular en América Latina?

Este 11 de septiembre de 2008 no sólo señala el 35 aniversario de la muerte de Allende, sino también el centenario de su nacimiento y los 80 años del Che, asesinado hace 41 años. La trayectoria de estas dos figuras y sus opciones políticas, muy diferentes, han marcado profundamente a la izquierda latinoamericana y siguen todavía muy presentes, especialmente en cuanto a la fuerza ética y el humanismo que han transmitido sus luchas y sus trágicas muertes hasta nuestros días.

Después del período de las dictaduras y tras el neoliberalismo de los años 90, se ha establecido una nueva coyuntura política en la región: el radicalismo de las movilizaciones sociales, los debates sobre las alternativas y la elección de gobiernos nacionalistas de izquierda y centro-izquierda confieren una nueva resonancia a las experiencias chilena y cubana. Con una cuestión subyacente: ¿qué lecciones hay que extraer de esos procesos revolucionarios? En la actualidad, igual que en los años 70, la época se caracteriza por las enormes desigualdades sociales, la politización creciente de las clases populares y la oposición a Estados Unidos y a su imperialismo.
Una de las principales diferencias es el contexto mundial. Un ejemplo: en 1970, Allende estaba considerado como un «reformista» por su legalismo parlamentario y su llamada al respeto de la Constitución y el ejército. Durante los 1.000 días de la Unidad Popular, a pesar de todo, nacionalizó la mayor parte de los sectores claves de la economía chilena y expropió, sin indemnización, las grandes multinacionales estadounidenses. ¡En el contexto actual de globalización neoliberal, semejantes medidas económicas, indudablemente, serían reformas radicales!

Habla de las lecciones que hay que extraer…

A veces existe una tendencia a mitificar ese período. Ahora bien, hay que preguntarse qué pasó para que la «vía chilena al socialismo» no funcionase hasta el final y acabase con el golpe de Estado terrorista del general Pinochet y sus secuaces. Por supuesto, Estados Unidos hizo todo lo que pudo para aplastar a la Unidad Popular desde 1970, en el momento de la elección de Allende. Pero también tenemos que retomar y discutir las cuestiones de las relaciones con el ejército durante un proceso de cambio social, el fracaso anunciado de las alianzas con la burguesía «nacional» o la ausencia de transformación del aparato de Estado oligárquico. Actualmente, tanto en Ecuador como en Bolivia o Venezuela, los gobiernos elegidos intentan democratizar las instituciones con elecciones para crear las asambleas constituyentes. Seguramente es necesario ir más allá para transformar el Estado, pero es un primer paso importante.
Una problemática fundamental es la del control democrático sobre los grandes medios de producción y la participación popular en las decisiones políticas. Actualmente, se habla mucho en Venezuela del «poder popular», como fue el caso en Chile: es un aspecto que hay que fortalecer dentro del proceso bolivariano, pero con precisión y más allá de los simples discursos, apoyándose en los consejos comunales, las iniciativas de control por parte de los trabajadores, las cooperativas populares…

Por lo que se refiere al riesgo de un golpe de Estado, en Chile en el 73, como en Venezuela en 2002, se encuentran dos elementos fundamentales, pero a escalas diferentes: la implicación de Estados Unidos y el papel central de los medios de comunicación en la «fabricación de la opinión» al servicio de la oposición. En Venezuela, el golpe de Estado fracasó gracias a una formidable movilización popular que, combinada con las tensiones que existían en el ejército y dentro de las clases dominantes, hizo que el golpe de Estado fallase. En Chile, los golpistas pudieron imponer una represión masiva contra cualquier disidencia, con el apoyo incondicional de la patronal, y tomaron rápidamente control del país.

Precisamente, hablando de los riesgos de desestabilización, ¿se pueden comparar ambos períodos?

Algunos analistas de América Latina creyeron que se podía afirmar que la época de los golpes de Estado pro estadounidenses había pasado. La intentona de abril de 2002 en Venezuela demuestra lo contrario, igual que la actuación de Philip Golberg en Bolivia… ayer como hoy, están presentes los mismos ingredientes de desestabilización de las experiencias democráticas, empezando por el papel de una oligarquía local dispuesta a todo para defender sus privilegios, así como los de los capitalistas internacionales. Eso ahora pasa también por la tentación separatista: está muy claro en Bolivia, en la parte oriental del país, pero también en Ecuador (Guayaquil) e incluso en Venezuela, en el estado de Zulia, dominado por el gobernador de la oposición Manuel Rosales. Más que a un intervencionismo directo, Estados Unidos recurre a lo que los sociólogos denominan «soft power»: un poder de manipulación que pasa por el control de los medios de comunicación, las embajadas (empezando por Golberg en La Paz, experto en la materia, procedente de Kosovo) y algunas ONG supuestamente «cooperantes» (USAID, NED, fundaciones, etc). EEUU, además, tiene un Estado aliado en la región, Colombia, y acaba de reactivar la IV flota, destinada al control marítimo y fluvial de América Latina… y sobre todo de sus reservas naturales (entre ellas el petróleo descubierto recientemente en las costas del Atlántico sur).

Pero actualmente esas pretensiones hegemónicas están muy cuestionadas. En 2005, el proyecto del ALCA, la zona de libre comercio continental pretendida por Clinton y Bush, fracasó gracias a la oposición de los países de la región, incluidos gobiernos muy moderados o «social-liberales» como Brasil y Argentina. Además, Estados Unidos sigue muy movilizado en Oriente Medio, embarrancado en las guerras de Iraq y Afganistán, a la vez que se enfrenta a una enorme crisis económica. Los países latinoamericanos, al contrario, disponen de un margen de maniobra inédito gracias, especialmente, a la subida de los precios de las materias primas. Eso permitió a Argentina decir al FMI que consideraba que había terminado de reembolsar su deuda y a varios países, por iniciativa del gobierno de Chávez, anunciar la creación de un Banco del Sur capaz de competir con el Banco Mundial, o la intención de profundizar en las iniciativas en torno a una posible integración solidaria y cooperativa entre los pueblos, con el ALBA.

Pero sobre todo son las convocatorias para la construcción de alternativas al neoliberalismo y la creación de un «socialismo del siglo XXI» ecologista, feminista e internacionalista, lo que puede devolver la esperanza a las nuevas generaciones. En este sentido, creo que una de las lecciones chilenas es que un gobierno popular debe apoyarse con determinación en todas las experiencias de control por abajo, en el doble poder, en las empresas, los barrios y los servicios públicos, si quiere seguir avanzando. Hoy también se puede recuperar la idea de Marx según la cual cualquier proyecto de emancipación será necesariamente una tarea de las propias clases populares.

* Franck Gaudichaud es profesor de la Universidad Grenoble 3, miembro de la asociación France-Amerique latine (FAL) y miembro del colectivo de Rebelión. Ha dirigido la obra colectiva «Le Volcan latino-américain. Gauches, mouvements sociaux et néoliberalisme» Ed. Textuel, 2008. Ver: www.rebelion.org/autores.php?tipo=5&id=59&inicio=0

Charlotte Bozonnet es redactora de la edición dominical del periódico comunista francés L’Humanité.

Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y la fuente.

En francés: http://www.humanite.fr/Humanite-dimanche

sábado, septiembre 13, 2008

Ayuda urgente a CUBA



El portal Cubainformación (http://www.cubainformacion.tv/) ha ubicado, en su cabecera, una lista de números de cuentas bancarias de diferentes países del mundo, para canalizar la solidaridad material al pueblo cubano, tras el paso de los devastadores huracanes Ike y Gustav. Esta lista se actualizará diariamente. Para ver este listado, pincha:

http://www.cubainformacion.tv/index.php?option=com_content&task=view&id=6379&Itemid=65

El Movimiento Internacional de Solidaridad con Cuba y Cubainformación hacen un llamado urgente a la solidaridad material con el pueblo cubano, mediante el ingreso de fondos, que irán destinados a las necesidades fundamentales de la población afectada.

El sistema preventivo y de organización de Defensa Civil de Cuba es calificado como modélico por numerosas organizaciones internacionales vinculadas a la reducción de desastres y por Naciones Unidas. Más de 2 millones y medio de personas fueron evacuadas en esta ocasión. La inusual cifra de 7 víctimas mortales nos da la medida del poder devastador del último huracán Ike, que ha destruido una buena parte de la agricultura y la infraestructura civil del país y ha provocado 510.000 derrumbes de viviendas.

Llamado urgente a la solidaridad con Cuba tras Huracanes (ver video)

DONACIONES A CUBA:
INFORMA LA EMBAJADA DE CUBA EN ARGENTINA


Les informamos por este medio que las donaciones para enviar a Cuba por la catástrofe ocurrida por el paso de los Huracanes GUSTAV e IKE y se pueden realizar a través de la Cuenta CBU 01100068- 20000073743189 ---- Embajada de Cuba.

En el Banco de la Nación Argentina o en sus sucursales. Puede efectuarse en pesos argentinos
Los depósitos que se realicen deben ser informados a la Embajada de Cuba especificando quienes lo realizan.

Liberen a los CINCO, YA!




Con un acto multitudinario se desarrolló en Buenos Aires la Jornada Internacional por la libertad de los Cinco Patriotas Cubanos. Organizado por el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba y el Comité Argentino por la libertad de los Cinco, se inició con la instalación de una radio abierta en la Plaza Italia. Entre las organizaciones que concurrieron podemos citar al Partido Comunista, el Movimiento Evita, el Movimiento Territorial de Liberación, la Casa de la Amistad Argentino-Cubana, la CTA, el Partido Comunista Revolucionario, la Federación Tierra y Vivienda, el Partido de la Liberación, La Liga Argentina por los Derechos del Hombre, y el Partido de la Liberación, entre otras.

Desde allí se marchó hacia la Embajada de Estados Unidos a entregar un petitorio por la libertad de los Cinco. Pero es tal el clima de efervescencia que se vive en el continente, que minutos antes de comenzar la marcha, miles de compañeros bolivianos también se encolumnaron a la embajada para repudiar la intromisión norteamericana en la política interna de Bolivia y pedir el cese de la intervención. Las banderas aportaban colorido mientras que la batucada no dejaba de sonar, aportando mucho calor a la caminata.

Ya frente a la sede se intentó entregar el documento pero las autoridades diplomáticas se negaban a recibirlo, cosa que hicieron luego de arduas gestiones y de la constancia de los compañeros del Comité Argentino.

Hicieron uso de la palabra el cineasta Fernando Solanas, Ricardo Petro por el CTA, Patricio Echegaray por el PC, Nora Cortiñas por la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo y representantes del Partido Socialista, del Movimiento Evita y del Partido Comunista Revolucionario.

La compañera Lidia Donnini tuvo a su cargo de la lectura del documento, que en sus puntos salientes expresa:

“Denunciamos que el juicio a que fueron sometidos los Cinco fue un proceso político dirigido a cuestionar la soberanía de Cuba, repudiamos el inhumano ensañamiento de las autoridades estadounidenses y exigimos el otorgamiento de visas y permisos de visitas para sus familiares”.

“Reclamamos el cese de la injerencia imperialista en nuestro país y en nuestros países hermanos y rechazamos las incursiones de la IV Flota en los ríos y los mares del continente. Exigimos la devolución a Cuba de la base Naval de Guantanamo”.

“Exigimos al gobierno argentino y a los gobiernos del resto de los países que integran las Naciones Unidas que hagan cumplir la resolución del Grupo de Detenciones Arbitrarias de la ONU, del 27 de mayo del 2005, que declaró arbitraria la detención de los Cinco y exigió que el gobierno de Estados Unidos pusiera fin a esta injusticia”

miércoles, septiembre 10, 2008

Jornada Internacional por la Libertad de Los Cinco


El 12 de Septiembre se cumplirán 10 años del injusto arresto y encarcelamiento de los Cinco patriotas cubanos en cárceles de EE.UU.

Se ha hecho un llamado para organizar una jornada internacional desde 12 de septiembre hasta el 8 de octubre. En ese periodo se realizarán conferencias, actos, marchas y festivales en todo el mundo.

En Buenos Aires, el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba inaugurará la jornada del viernes 12 con la instalación de una radio abierta en Plaza Italia, a las 17 horas. Luego habrá una movilización y concentración frente a la embajada de EEUU. donde se realizará un acto político-cultural.

En un comunicado, el Movimiento Argentino de Solidaridad convoca "a todas las organizaciones político, sociales, culturales, barriales y de derechos humanos a sumarse a esta movilización para exigirle al gobierno de los EEUU que libere a estos cinco cubanos antiterroristas y que deje de negarle las visas a sus esposas y familiares.

La grave situación que atraviesan nuestros Cinco hermanos y sus familiares, después de una década de injusticia, demanda un mayor esfuerzo de parte de todos nosotros.

"Para contactarse con el Comité Argentino por la Libertad de los Cinco: comiteargentinoporloscinco@gmail.com

sábado, septiembre 06, 2008

La otra cara de Estados Unidos


Por Txente Rekondo (*)

La historia de EEUU es tan rica en movimientos sociales y protestas de colectivos disidentes como en estrategias políticas y legales que con el fin de acallarlos se encuentran a un paso de criminalizarlos, aunque pocas veces tienen presencia en los medios de comunicación

El complejo legal estadounidense es una de las claves para entender el desarrollo de los diferentes movimientos sociales y de sus protestas. Mientras la «primera enmienda» señala que «el Congreso no podrá crear leyes que recorte la libertad de expresión o de prensa; o el derecho a manifestarse pacíficamente...» y se suceden sentencias favorables a los defensores de esos derechos y contrarias a los intentos restrictivos de los gobiernos, estos movimientos no han dejado pasar la oportunidad de incidir en ese complejo mundo legal y constitucional.

Si ya militar en ellos no es tarea fácil en EEUU, el sistema se ha sabido dotarse de importantes leyes o medidas que sirven para coartar todo aquello que la primera enmienda dice defender.
Valiéndose de argumentos como «mantener el espacio público, la seguridad pública, prevenir la violencia, o la amenaza de ésta, o la defensa de la propiedad», expresarse en las calles en contra de determinadas políticas públicas o en demanda de derechos se ha convertido en una difícil apuesta.

Tras el 11-S y en pleno desarrollo de las teorías neoconservadoras, el impulso a las medidas reaccionarias desde diferentes estratos del poder ha sido evidente. Hoy día, amparándose en esos argumentos «preventivos», limitar los derechos de reunión o expresión es una tarea más sencilla. Todo ello sin olvidar las otras dos cartas que guarda siempre al Gobierno, el recurso a la represión policial o la utilización del sistema judicial para imponer sanciones severas.

Poco después de los ataques del 11-S, diferentes prisioneros políticos en las cárceles de EEUU fueron sometidos a un régimen de aislamiento durante días. Más tarde se produciría la aprobación de la «Patriot Act», que abrió la puerta a toda una avalancha de medidas y sanciones para criminalizar a buena parte de la disidencia estadounidense.

La historia del país muestra una rica experiencia de movimientos y campañas sociales que han salido adelante pese a las trabas oficiales y a los obstáculos creados para frenarlas. Los primeros años del siglo veinte mostraron buena parte de esas experiencias. La huelga de los trabajadores textiles en 1912 en Massachusetts fue un importante logro que posibilitó una organización laboral sin precedentes en EEUU. Unos años más tarde, la defensa de los derechos civiles que se visualizó en forma de marchas silenciosas, como la de Nueva York de 1917 para protestar contra una masacre ocurrida en el sur y los continuos linchamientos de negros. Este tipo de protestas resurgieron con fuerza en los años 60 en torno a las mismas demandas, el fin de la segregación «cuasi legal» de la población negra de EEUU.

A comienzos del siglo XX se produjeron también las protestas del Partido Nacional de las Mujeres, que exigían una reforma constitucional que les reconociera el derecho al voto. Ése fue el germen de un poderoso movimiento que también resurgió en los 60, y que tomó cuerpo en torno al Movimiento de Liberación de la Mujer en 1968.

Otro sector que históricamente ha logrado articular importantes movimientos sociales es el que formado en torno al rechazo a las guerras promovidas por los diferentes gobiernos estadounidenses. Si en la década de los 60, la guerra de Vietnam movilizó a los universitarios, a las clases medias de los suburbios, a trabajadores y a grupos de ex soldados, y se sucedieron las marchas, conciertos, mítines... Ya en pleno siglo XXI ha surgido con fuerza otro movimiento, el contrario a la guerra y ocupación de Iraq, aunque no ha logrado articular las masivas protestas de décadas anteriores.

Recientemente, las manifestaciones contra la globalización reunieron a miles y miles de personas, pero una vez más su organización y el impulso inicial se ha ido desinflando con el paso de los años.
Cualquier movimiento social que se cree en EEUU, igual que sucede en en otras partes del mundo, es consciente de que para llevar adelante sus campañas debe calcular muy bien tanto las tácticas a desarrollar como las reivindicaciones a plantear. Además, debe basar buena parte de sus ejes centrales en tres objetivos relacionados entre sí. Intentará presionar al Gobierno para lograr los cambios o demandas que defiende, al tiempo que busca la «educación de la población» persuadiéndola de la importancia de las cuestiones sobre las que trabaja, y, además, deberá encontrar las fuentes de financiación necesarias para poder seguir existiendo como movimiento y articulando sus demandas.

En muchas ocasiones, sobre todo en los últimos años, la postura de las instituciones estadounidenses es la de «invitar a esos movimientos a participar políticamente y, al mismo tiempo, frustrar dicha participación», buscando, en definitiva, una especie de «institucionalización» de los mismos.

Con la activación del discurso en torno a las llamadas «personas socialmente peligrosas», que está basada en categorías «extremadamente elásticas» que permiten la persecución y las sentencias contra individuos o movimientos sociales, el poder también ha logrado tejer una poderosa red de freno a las demandas de esos colectivos. En cualquier caso, muchos de ellos han denunciado que tras esa estrategia represiva sólo queda un paso hacia los «arrestos preventivos» y el encarcelamiento de «peligrosos activistas»; en definitiva, hacia la criminalización de la disidencia.

A lo largo de la historia de EEUU se han sucedido los grupos que se han movilizado para conseguir acceder al sistema político y desde allí defender determinados intereses, generales o de colectivos concretos. Mucha gente se ha movilizado y lo sigue haciendo, participa en manifestaciones, escribe cartas a los medios de comunicación, va puerta a puerta exponiendo sus demandas, participa en campañas de desobediencia civil..., ya que ésa es la única vía de la que disponen en el escenario político de EEUU para hacerse oír o para intentar llevar a delante sus propuestas.

Las organizaciones sociales que desarrollan su actividad en torno al movimiento obrero y los derechos laborales, los derechos civiles, la paz, los derechos de gays y lesbianas, el aborto, los derechos de la mujer, la pena de muerte, el sida, la brutalidad policial, los derechos de los animales, el medio ambiente, las minorías étnicas, los inmigrantes, la salud... son expresiones de lo que podríamos considerar la otra cara de la realidad política y social de EEUU, y normalmente no tienen presencia en las noticias que recibimos de aquel país a través de la mayoría de los medios de comunicación.

(*) Txente REKONDO Gabinete vasco de Análisis Internacional (GAIN)