martes, julio 15, 2008

Horas decisivas



Ante una movilización extraordinaria, que supero con creces las 80.000 personas el ex presidente de la Nación, Néstor Kirchner, defendió el esquema de retenciones móviles que mañana votará la Cámara de Senadores y criticó en duros términos a las entidades representativas del campo quienes aseguraron que en caso de perder la votación, recurrirán a instancias judiciales, sin descartar que pudieran volver a cortar rutas.

En el acto convocado por el Partido Justicialista convergieron obreros, estudiantes, intelectuales, sindicatos, profesionales, las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, mucha gente de clase media que se movilizó por sus propios medios, y también gente que fue llevada en colectivos, no lo voy a negar. Es una práctica política que detesto, pero está instalada. Lo que si pude verificar in situ, es que era una minoría.

El conflicto tuvo su inicio el 11 de marzo cuando el Ministerio de Economía firmó la resolución 125 por la cual se aumentaban las retenciones a las exportaciones de soya y girasol. Debido al aumento de los precios internacionales, estos cultivos producen una renta extraordinaria y el Estado recurre a la retención para evitar que se dispare el precio en el mercado interno.

La oposición política (Coalición Cívica, UCR, PRO, PJ disidente), derrotada en forma aplastante en las últimas elecciones, quiere aprovechar el escenario para tratar de socavar la legitimidad del gobierno. Para ello no tuvo empacho en marchar junto a la oligarquía de la Sociedad Rural, entidad promotora de todas las asonadas militares desde 1930 hasta 1976 en un acto, también multitudinario, realizado en el barrio de Palermo.

Era muy grotesco ver a los sectores medios y altos del campo y la ciudad (muchos ellos oligarcas), marchando junto a los grupos trotskistas del Movimiento Socialista de los Trabajadores (de la ex diputada Vilma Ripoll, y la actual legisladora Patricia Walsh, la hija del periodista Rodolfo Walsh desaparecido en 1977 por actuales compañeros de ruta de su hija) y a la Corriente Clasista y Combativa, de concepción maoísta, del dirigente Raul Castells. La bilblia junto al calefón.

Por supuesto que la prensa en general y los periodistas en particular juegan un rol muy importante en la campaña de desinformación. Si un diputado o senador cambia su voto a favor del proyecto oficial, fue sobornado. Pero si un diputado oficialista vota en contra, ejerce su derecho en libertad. Esta es la base del pensamiento con que ametrallan los medios por radio, diarios y televisión.

Mañana se votará y veremos si la ley sale o no. Pero la impresión que domina es que ya nada será igual.

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