Ahora, a cumplir con el pueblo Paraguayo

En las elecciones celebradas ayer, 20 de abril, Fernando Lugo, candidato de la Alianza Patriótica para el Cambio, se impuso con el 40,8% de los votos contra el 30,8% de la candidata oficialista Blanca Ovelar, mientras que el general Lino Oviedo cosechaba 21,9%.

El primer problema que se le presenta es que no tiene mayoría parlamentaria. Lo mismo le pasó a Rafael Correa en Ecuador y tuvo que llamar a elecciones constituyentes para modificar la Constitución del país. La derecha, que empobreció al Paraguay durante 61 años, y que vivió a expensas del Estado, no lo va a dejar gobernar con tranquilidad.

Como si eso fuera poco, en Paraguay hay instalada una base militar de Estados Unidos, con la excusa de vigilar a las “células dormidas” de Hezbollah. Cuando en verdad a los terroristas los tienen más cerca: en Nueva York, en Washington, en Wall Street, en la CIA o en el Pentágono.

Ya se están empezando a escribir las primeras páginas de Lugo, y la derecha no quiere perder tiempo. Ansían llevarlo cerquita de Bachellet y de Lula, porque son de la “izquierda moderna y moderada”, pues temen que se alíe con Evo Morales y Hugo Chávez. El tiempo dirá de qué lado quiere jugar el partido.

Por último la Iglesia sigue fiel a su estilo. Lugo fue sancionado por el Vaticano impidiéndole dar misa, porque "la tarea de un obispo es estar al lado de los fieles siguiendo en todo la suprema ley de la Iglesia, que es efectivamente la salvación de las almas y no el gobierno de la comunidad política", según expresó el cardenal Giovani Battista Ré. Y el nuncio apostólico en Paraguay, monseñor Orlando Antonini fue más allá. Dijo recientemente que Lugo, a quien no nombró directamente, era un "falso profeta", categoría en la que ubica a quienes "actúan en la Iglesia como si ésta fuera una simple sociedad humana y política, reduciendo sus fines a metas exclusivamente temporales".

Si la misión de la iglesia es salvar almas y no el gobierno de la comunidad política, que hacía en el palacio de Miraflores el cardenal de Venezuela el 11 de Abril del 2002, en la asunción del golpista Pedro Carmona?

Y que hacen todos los Cardenales y Arzobispos en la ceremonia de jura de todos los militares golpistas? Porque no le hacen asco a nada: Videla, Pinochet, Banzer, Stroessner, Bordaberry, el mismísimo Carmona. Todos tuvieron para el recuerdo su fotito con el mefisto de turno. Y el Vaticano? Como siempre, contando billetes. Por algo es el partido político más antiguo.