Macri arrasó en la elección porteña

Si bien era una fija que el presidente de Boca, Mauricio Macri iba a ganar cómodo la primera vuelta electoral, ninguna encuestadora había pronosticado que perforaría la barrera del 40%. El resultado final fue de 45.2% para Macri, contra el 23.2 del ministro Daniel Filmus, mientras que el actual jefe de gobierno, Jorge Telerman, quedó tercero con el 20.1%. Como ningún candidato consiguió la mayoría habrá segunda vuelta el próximo 24 de junio.

Que haya ganado el candidato de la derecha no significa en absoluto que la población de la Ciudad de Buenos Aires sea ideológicamente fascista o que quiera volver a la época de Carlos Menem. La propaganda de Macri consistió en mostrarlo como un buen administrador, exitoso, no solo en su vida privada sino también por los títulos deportivos que consiguió Boca, y que además como es millonario “no necesita robar”, como si su fortuna hubiera sido hilvanada con trabajo y no con prebendas y contratos del Estado.

Y ese discurso la gente lo compró.

Para mejor se encontró con una mala administración de la ciudad, a cargo de Telerman, y con Filmus que aparecía como una marioneta del presidente Néstor Kirchner, más que como un político con cualidades propias.

La izquierda volvió a quedar relegada a un pobrísimo papel, cosechando en su conjunto 10.4% entre 8 partidos y alianzas que van desde humanistas hasta trotskistas, pasando por socialdemócratas. Aún así pudo colocar dos legisladores, Patricia Walsh (hija del periodista desaparecido Rodolfo Walsh); y Martin Hourest.

Las cartas están echadas. Veintiún puntos de ventaja en una elección son indescontables, pero el gobierno no va a dejar pasar la oportunidad de confrontar con Macri, ligándolo a lo peor de la dictadura y del menemismo (cosa que es real) minando su capacidad de aglutinar a la derecha con vistas a las presidenciales de cctubre. Pero esa ya es otra historia.